El 6 de enero de 1946 nació en Cambridge uno de los muchos héroes que el rock y la psicodelia fueron dejando por el camino. Hablamos de Syd Barrett, el primer vocalista y uno de los guitarristas del grupo británico Pink Floyd.
Eran los tiempos en que había que probarlo todo y el grupo británico, fiel a si mismo y, puesto que habían tomado el nombre de una variedad de LSD, no se quedaba atrás. Eran los tiempos de la psicodelis de los grandes conciertos en los que, muchas veces, músicos y público compartían durante horas sus viajes en ácido.
Syd quería ser pintor y aportó a los conciertos del grupo y quién sabe si al mismo rock la combinación de diapositivas y efectos visuales. Pero Syd, que fue definitivo a la hora de marcar la personalidad de Pink Floyd, tardaba cada vez más en regresar de sus psicodelias. Así que, poco a poco,fue desapareciendo hasta quedar definitivamente alejado del grupo y de la propia realidad.
Sus compañeros de grupo han mantenido vivo Pink Floyd hasta convertirlo, dicen, en una mueca de lo que fue. Sin embargo, como en todos los movimientos pendulares, siempre hay un punto de equilibrio que en el caso de Pink Floyd fue el álbum Whish you where here.
Cuentan que algunos temas del álbum tienen mucho que ver con la ausencia de Barrett, en tratamiento psiquiatrico por entonces y refugiado en casa de su madre en Cambridge. Lo cierto es que Syd asistió a algunas de las sesiones de grabación del álbum, aunque sus compañeros lo recuerdan como una sombra silenciosa e irreconocible en los estudios.